
¿Quien dijo que el mejor amigo del hombre era el perro?, eso quedo en el
pasado, en otra época donde la tecnología no dominaba aun nuestra vida
cotidiana, donde no existía un pequeño aparato donde guardar todos nuestros
contactos, nuestra agenda diaria, nuestra vida. El celular era un proyecto a
futuro.
En las películas de cine o en
las series de televisión vemos al perro, el mejor y más fiel amigo del hombre,
seguir a su dueño sin importar lo que sucediera. No solo en los medios sino
también en la calle misma los perros esperan a sus amos y obedecen las órdenes.
Pero la tecnología ha hecho que cada vez más se la adore y se la mime como sí
fuese una mascota más. Y porque no adorarla sí ella tiene las respuestas a
nuestros problemas. Tomemos el caso que nos incumbe acerca del famoso aparato multifunción,
nuestro querido amigo celular. Él se encontraba dentro de la utopía del ser humano.
Nació de un tamaño que media más que
nuestra propia mano y pesaba alrededor de 2 kilogramos, su
función básica era para llamar y recibir llamadas. Pero con el paso del tiempo
la demanda fue creciendo y fue aumentando sus funciones. Ya no alcanzaba con
llamar y ser llamado, el usuario quería más, necesitaba algo más para satisfacer
sus necesidades. Hoy en día ese enorme aparato que muchos lo denominaron “ladrillo”
se fue convirtiendo en un producto tan pequeño que al cerrar nuestras manos ni
la notamos. Y eso no es todo, avanzo tanto que con él podes calcular, grabar y
fotografiar tus mejores momentos de la vida, mandar mensajes de textos,
despertarte con un Rin tone, intercambiar información y hasta navegar por
Internet. Para que tener un perro sí el celular no ensucia, no hay que bañarlo
ni darle de comen, y menos vacunarlo. Con solo cargarlo y pagar un abono
mensual es suficiente.
En esta breve ironía que a su
vez es real, quería concientizar de este fenómeno social que esta sucediendo.
Aunque no hay que generalizarlo es un proceso que ya empezó y que no se sabe
cuando va a terminar. Entiendo que los periodistas tienen que ser lo más
objetivo , entonces terminare diciendo que “
el celular no es ni bueno ni malo, es bueno para aquellos que les gusta
consumir y pasar la mayor parte con el durante el día y esperan recibir mensajes
de textos y llamada, y conectarse a Internet a través de wifi y sí uno no lo tendría
no pertenecería a la comunidad como lo expresa el slogan de Movistar; y es malo
porque es cancerigeno, nos aparta del mundo real, reproduce el individualismo y
nos distrae de las actividades que realizamos”. En uno depende de no ser
parte o de serlo dependiendo la escala de interés de cada uno.