
Charla a solas con el periodista Leonardo
Moledo
El escritor y periodista de “Página 12” analiza el actual momento y
los cambios que se han producido en el periodismo debido a la incursión de la
tecnología.
-¿Qué recaudos debe tomar el
periodista con respecto a la información que maneja?
-Bueno, verificar y chequear debe ser
primordial en un periodista. Lo que pasa es que yo no me considero un
periodista nato, hago una mezcla entre periodismo y literatura. No estoy detrás
de la noticia ni de ese tipo de cosas. Yo hice periodismo científico y
cultural, es por eso que trato de dar información verdadera, si es que tal cosa
existe, que ahora se facilita mucho más con la existencia de Internet.
-Internet
ha modificado mucho el trabajo del periodista, ¿lo ha ayudado?
Yo creo que es una ayuda, pero tampoco
sabemos en qué sentido…
-Estamos
iniciando un nuevo proceso, digamos…
-Claro, hay muchas líneas y uno nunca sabe
cuál es la que va a prevalecer. ¿Seguirá habiendo diarios en papel?, no lo sé.
Es un cambio como el del pergamino al papel, del rollo al libro. Es algo que
aún no se puede saber.
-Los
criterios de noticiabilidad, ¿están sufriendo cambios en la actualidad?
-La verdad que yo no sé
qué es una noticia, ni me interesa mucho. Lo que sí veo es que hay una especie de afán de noticiabilidad,
de darle a muchas cosas que no lo son, una apariencia de noticia de parte de
las mismas empresas. Por ejemplo, los que trabajan en el Gran Colisionador de
Hadrones -perteneciente al CERN y ubicado en la frontera franco-suiza-, tenían
que anunciar algo a esta altura, ya que en 3 años no se sabía nada del
proyecto; y lo hicieron. Muchas veces se inventan noticias que no sé a quién le
interesa ni porqué, pero me parece que hay una fuerte carga de que todo tiene
que ser una noticia, cuando en realidad la noticia no le interesa a nadie: la
noticia del Gran Colisionador no es interesante, lo que sería interesante es
verlo en funcionamiento.
-¿Cree
que eso es producto de las nuevas tecnologías y las nuevas formas de
comunicarse?
-Exacto. Lo que pasa es que ahora hay un hiper-bombardeo de la noticia. La
multiplicación de los canales de noticia, y especialmente de Internet ayudó a
esto. Si alguien quiere decir algo importante, usa Facebook o Twitter.
-Entonces,
¿ya no es sólo un rol del periodista informar?
-Mirá, a veces me pasa que leo el diario y no recuerdo en qué otro lado lo leí,
por ahí lo vi en Facebook, en Twitter o en otra red social. Entonces eso fuerza
a que si hay 150 mil canales, hay que poner mucha imaginación: si te están
hablando de “La descuartizada del caño” en todos lados, vos tenés que empezar a dar detalles escabrosos
para que se considere una noticia.
-¿Las
fuentes también se han modificado?
-Un tipo que saca una foto con su celular,
la sube y listo. Muchas veces a partir de ahí se genera una noticia. El ciudadano es una fuente más de
información, en general de índole estúpida. El día a día no tiene mucho
misterio, está en los diarios ver de qué manera cubren los temas que ya todos
conocemos para poder vender un poco más.
-Con
respecto al rol del editor, ¿debe existir en todo medio gráfico o su trabajo es
prescindible?
-No, tiene que existir siempre. Por
empezar, cada cosa que se publica se necesita una segunda mirada porque se
escapan muchas cosas al periodista. Por otro lado, el editor es el encargado de
ordenar y organizar las notas de cada medio, sino todo sería un caos. Hay una
cierta línea editorial y dirección que el medio gráfico debe seguir. Además, el
editor es un gran filtro que el medio necesita para que las notas tengas una
coherencia con respecto al medio en el que se publicarán.
-El
diario cumplió en un momento histórico cierta función, ¿cree que esa función
cambió en la actualidad?
-Si, el diario ha cumplido varias
funciones. Hace 130 años no era tanta la gente que sabía leer y escribir, el
diario ahí era para la elite. Después, con la alfabetización masiva tuvo otra
función, y ahí aparecieron los diarios revolucionarios y los diarios más
populares. Luego, entró masivamente la radio, a la vez o en lugar de los
diarios. Creo que la radio sustituyó ampliamente al diario, ya que la radio te
permite hacer otras actividades mientras la escuchás. De todos modos, todos los
cambios tienen línea de continuidad y línea de ruptura. Por un lado, tenés toda
la información que chorrea Internet que te obliga a una lectura rápida. Puede
ser que el diario sea más para el
análisis e Internet para acumular información. También es cierto que hay
personas que leen el diario como si fueran páginas de Internet, salvo las notas
de opinión y algunos artículos en particular que requieren un esfuerzo
intelectual mayor.
-¿Qué
modificó en el periodismo la incursión de los medios digitales?
- Por empezar la rapidez. El esquema del
cable que llegaba a la redacción y luego se elaboraba la nota cambió
radicalmente. Ahora, el cable llega a Internet y ya estás leyendo la nota.
Pensemos esto, a la tarde vos ya podés leer el diario que va a salir mañana en la India. Esto permitió una idea
de que todo está al alcance. Sin embargo, no se utiliza tanto como uno
sospecharía la lectura de diarios en otros idiomas. Veo una decadencia, por
ejemplo, al desaprovechar la oportunidad de leer un diario en inglés. Me parece
gravísimo. Es una fuente de información tremenda que no se aprovecha
-Con respecto a lo que sucede en la
actualidad en el periodismo en Argentina, si existe o no el periodista
independiente, ¿qué opina usted?
-Y…más o menos. De ambos lado se hace un
periodismo a medias: unos buscan ensuciar al gobierno nacional, otros defienden
todas las medidas que toma el gobierno Nacional. Con sólo comparar 2 tapas de
diarios diferentes uno lo ve con claridad. Tanto los programas que defienden a
regañadientes al gobierno como “6,7,8” o diarios como “Clarín” y “Nación” me
parecen una exageración, han perdido la objetividad, la mesura. De todas
maneras, es difícil hablar de objetividad, eso lo vemos en cosas muy pequeñas.