De acuerdo con el diccionario
de la Real Academia
la palabra carnaval es el nombre del período de tres a cinco días que, para los
católicos, preceden al comienzo de la Cuaresma y, principalmente, el de la fiesta
popular que se celebra en tales días, que consiste en bailes de máscaras,
disfraces, comparsas y otros regocijos bulliciosos.
El origen más probable y más
cercano del surgimiento de los carnavales se encuentra en las fiestas paganas
como las que se realizaban en honor a Baco, el dios del vino.
Todo ello con una enorme
tradición occidental y oriental para una
América que de pronto se vio invadida por todos esos rituales que se fueron
adoptando de una forma simbólica y que aunque en distintas partes se festeje y
se lo llame “carnaval”, su significado religioso no es válido en nuestros
tiempos.
Hoy en la actualidad y en
nuestro país la situación es diferente. Al carnaval se lo ve con prejuicio, de
mal gusto donde lo que importa es drogarse y tomar alcohol.
Para demostrar que no todo esta perdido y que
el carnaval del siglo 21 hay que mirarlo con otros ojos, entrevistamos a
Ricardo Castañeda uno de los
responsables y organizadores del “festejo popular en la calle”.
Representados por los colores de la diversidad
y autodenominados como conjunto de organizaciones culturales, sociales y
políticas son un claro ejemplo que las diferencias se pueden dejar a un lado
para llevar a cabo proyectos con un objetivo en común, que en este caso “era
darle batalla contra la calle que esta perdida”. Este idea que comenzó fines de
noviembre del 2011, participando en ella la comuna 1, 5,15 y la casona, en poco
tiempo se fueron sumando más y más que al iniciar los distintos eventos ya se
habían adherido mas de 50 organizaciones y agrupaciones. “Empezó siendo una
convocatoria para el carnaval y se terminó haciendo veinte y pico de
actividades”
Ricardo nos comentó que el objetivo de los
festejos populares en la calle es “ensanchar el carnaval, la murga tiene vida
propia pero al costado y atrás de la murga hacían falta cosas”. Es por ese
motivo que no se quedan únicamente con la murga sino que la suman a su
proyecto. “Tenemos 3 diferentes actividades. La primera son las actividades en
la calle, la segunda las actividades organizadas con los corzos y la tercera
las actividades teóricas en lugares emblemáticos como el realizado en el museo
del libro y de la lengua”.
Tanto la forma de difusión como los recursos
fueron responsables algunas de las organizaciones que participaban. “Los
comuneros electos de cada comuna nos conectaban con las distintas
organizaciones”, “el único beneficiario era la gente”. “Participaban todas las
edades” donde no importaba las diferencias de clases sociales, lo que importaba
era “contener a la gente y evitar la exclusión”.
Este proyecto que se realizó en el mes de
febrero, también tienen pensado continuarlo. “Durante el año hay dos fiestas
que unifican la ciudad, el 12 de octubre y las fiestas comunales”. Es en esas
fechas que tienen la idea de continuarlo y agregar más actividades para
satisfacer las demandas de los vecinos de la ciudad.
“La fiesta popular es una libertad a la que
todos tenemos derecho de acceder” por eso están todos mas que invitados a ser
parte de este proyecto tanto participando como trayendo ideas. Nada esta
perdido hay mucho por hacer. Para cambiar la realidad nos hace falta empezar a
cambiar por uno mismo.