Sonó el despertador de mi celular,
enfrente de mis ojos el televisor
apagado me observaba, a mi izquierda la computadora
titilando como sí hubiese estado observándome toda la noche.
Quizás esta experiencia
represente de cómo hoy nos encontramos los seres humanos viviendo nuestros
días. La tecnología nos rodea y ya
es parte de nuestro ambiente, esta todo técnicamente organizado.
La técnica ha transformado al hombre. Sí en algún
principio se utilizó para mejorar su bienestar y estar a su disposición, hoy la
situación se ha modificado por completo. Nosotros como seres humanos estamos a
disposición de ella, debemos amoldarnos. En la actualidad el protagonista de la
historia ya no es el hombre sino la tecnología que paso a ser el centro del
mundo.
La tecnología nos muestra un
futuro ya establecido que hay que aceptarlo. De esta forma el presente pierde
su significado, su razón de ser. El pasado borrado, la memoria anulada por la
presencia de este futuro determinado. Es decir un pasado y un presente
innecesario, y un futuro que fuga el presente que vivimos. De esta forma el
hombre queda despojado de su historia como un ser histórico, pierde su
identidad y su esencia para transformarse en esclavo de la técnica.
La historia concientiza de donde venimos y de quienes somos. Tener
en cuenta esto es reconocer que sucede un problema, resistir y salvar nuestra
identidad es criticar a la tecnología, es la voluntad de decirle que “no “.
Federico Aizen Waisman