Es evidente que las relaciones espaciales de los
cuerpos humanos determinan en buena medida la manera en que las
personas reaccionan una respecto a otras,la forma en que se ven y
escuchan,en si se tocan o están distantes.
Hoy en día
hablar de movilizaciones sociales, a excepción de algunas como el
caso de terrabusi como hace unos meses atrás ,es casi una concepción
del pasado. En la multitud moderna la presencia física de los otros
seres humanos es sentida como algo amenazante. Esta idea
individualista que predomina en la modernidad va en contra de las
sociedades tradicionales que se caracterizaban principalmente por la
solidaridad que mezclaba la persona con la colectividad y su
fidelidad con el grupo donde el cuerpo no existe como un elemento de
individualización ya que el individuo no se distingue del grupo. Hay
que agregar que en estas sociedades las representaciones del cuerpo
son representaciones de la persona y la imagen del cuerpo es una
imagen de sí misma que componen la naturaleza en una suerte de
indiferencia.
Las ideas
modernistas van en contra del concepto de movilizaciones sociales.
Estas al producir una unión de cuerpos como consecuencia producen
conciencia social y una identidad colectiva que podría llevar a una
ruptura y a un cambio en el sistema que afectaría a las clases
dominantes y a su hegemonía. Por eso mismo al hablar de modernidad
se alude al resultado de un retroceso de las tradiciones populares y
de la llegada del individualismo marcando la frontera entre un
individuo y otro,replegando al sujeto sobre sí mismo.